El conjunto cuenta con una planta baja diáfana subdividida en tres naves, con una altura de 10 metros, donde se desarrolla la producción de vinos, con alguna pequeña dependencia anexa de servicio y una sala de catas vidriada que permite disfrutar de todo el interior. Además, existe una planta alta que facilita el acceso a todos los elementos por su parte superior.

La intervención resalta los materiales tradicionales de esta edificación tan característica. Las fachadas son de mampostería y ladrillo manual, mientras que en el interior encontramos paramentos pintados en color oscuro que contrastan con la cubierta formada por cerchas de hierro y madera que aportan personalidad a todo el interior.