El edificio, concebido como una unidad cerrada y un acceso principal perfectamente definido, transmite su funcionalidad y dinámica interior en su volumetría e imagen exterior, mediante la articulación del programa funcional en tres volúmenes prismáticos. El desarrollo del proyecto propone esquemas funcionales muy sencillos, creando espacios de relación y de circulaciones que facilitan la accesibilidad a todos los espacios, el control, y la utilización óptima de todas las zonas de actividad.

El programa se desarrolla en dos plantas. En la planta baja, el acceso que da paso a la recepción y la zona de acceso publico a la zona de vestuarios, y la sala de gimnasio, la zona de uso privado de administración, enfermería y zona de vestuarios de monitores, y las zona de los vasos de la piscina. Desde la recepción arranca la escalera que da paso a la planta primera donde se encuentra el acceso al graderío de la piscina. El edificio dispone de un sótano con acceso independiente donde se encuentran todas las instalaciones.

La imagen arquitectónica que desea transmitir el proyecto es la de la identidad formal clara del cuerpo prismático de chapa ondulada gris de la piscina, articulado con el cuerpo bajo blanco longitudinal acristalado con lamas de aluminio del acceso que recoge las circulaciones y los usos privativos del edificio, y con el cuerpo a 2 alturas revestido de cerámica tipo barro en color natural